Esas reuniones eternas donde el reloj avanza, los de siempre hablan hasta por los codos, pero las decisiones importantes... esas se quedan en el tintero.

O peor, se toman y nadie las sigue.

Proyectos que nacen con entusiasmo y terminan empantanados,
con fechas que se estiran como chicle y presupuestos que se inflan como globos.

Y tu gente... tenés gente talentosa. Con ganas... (aunque no todos)

Pero parece que cada uno está en su propia cancha, jugando un partido diferente.

Mientras tanto, los clientes (o tus directores) empiezan a perder la paciencia.
La competencia (si la hay), avanza, parece que va por autopista.

O simplemente la realidad va mucho más lenta que tus expectativas.

Y vos, en medio de todo, te seguís preguntando:

"Pero, ¿qué más puedo hacer para que esto de una vez... FLUYA?"

Ya lo intentaste (casi) todo, ¿verdad?

✔️ Esas "soluciones mágicas" que te vendieron con un PowerPoint brillante.

✔️ Los manuales de autoayuda corporativa con lo último en neuro-lo-que-sea.

✔️ Incluso esos talleres de fin de semana donde todos terminan llorando abrazados y el lunes... bueno, el lunes vuelve a ser ese lunes de siempre.

Déjame decirte algo...

(y este es uno de mis principios: siempre digo la verdad por mas dura que sea)
...y si vamos a trabajar juntos, esta es la primera que te llevas gratis:

Si sigues buscando la solución solo en las personas, estás perdiendo tiempo. Y dinero 💸.

Porque el problema, ese freno invisible que te desgasta, rara vez está solo en ellas.

El verdadero atasco suele estar más arriba.
En el diseño mismo del juego.

¿Está claro para todos a qué juegan juntos?

No hablamos del objetivo de su área, sino el de la "película completa".

Porque puedes tener a Messi y a Ginobili en el mismo equipo,
pero si uno quiere jugar al futbol y el otro al basket, todo va ser muy confuso...

¿Tienen realmente el mapa, la brújula y el equipamiento necesario para llegar a destino?

✖️ Esas fricciones entre áreas que te sacan canas verdes.

✖️ Esos equipos multifuncionales que parecen una torre de Babel.

✖️ Esos proyectos que se convierten en un laberinto sin salida.

Todo eso, casi siempre, nace de lo mismo:

👉 Un propósito común que no está claro, o que la conducción no impulsa con fuerza.

👉 Roles y responsabilidades que son un jeroglífico indescifrable.

👉 Procesos que son un cuello de botella (o que directamente no existen).

👉 Y capacidades o recursos que brillan... por su ausencia.

Y no, esto no se arregla pidiendo más "compromiso" o "buena voluntad" a la gente de abajo.

Mi nombre es Gabriel Pardi.
Y no soy un gurú ni tengo una varita mágica.

Lo que ofrezco es algo que he ido perfeccionando durante más de tres décadas,

trabajando con empresas de todo tipo, desde fabricantes de galletitas a petroleras,

pasando por el mundo del arte y el Laberinto de Marta Minujín (la Marta de lo anteojos)... entre otros desafíos.

🎬 Mi rol es como el de un Productor Ejecutivo del cine o la música.

No dirijo cada escena, pero me aseguro de que tu obra
(el propósito),

el mejor director
(líder interno o PM contratado),

el elenco
(las personas y sus capacidades),

la escenografía
(la estructura),

el guion
(los procesos)

y los recursos
(los necesarios)

estén perfectamente orquestados.

El objetivo es que tu proyecto o desafío se "produzca":

con calidad, eficiencia y a tiempo.

Porque más allá de lo técnico, se trata de dinámicas humanas.

Llamo a esto "Orquestación estratégica del flujo de trabajo efectivo" o más simple: "Flujo"

Un estado de colaboración armónica y productividad casi sin esfuerzo,
donde el trabajo avanza y las personas disfrutan de lo que hacen.

(Es llevar al equipo el concepto de "Flow" de Mihaly Csikszentmihalyi)

Y aquí mi expertice como facilitador se vuelve crucial para que la "orquestación y el flujo" sea posible.

Por lo que me arremango y me meto en el barro con ustedes para:

🔷 Construir un entorno de confianza y asertividad, eliminando los escollos que frenen al equipo

🔷 Posibilitar conversaciones, que despierten la inteligencia colectiva y las mejores ideas florezcan

🔷 Brindar métodos para mantener el foco, la energía y encauzar la creatividad hacia los objetivos

Es un rol complejo (y desafiante), porque requiere de esa sensibilidad para "leer" al equipo y la experiencia para encauzarlo. Es fundamental.

He visto el talento de ingenieros brillantes ahogarse en un laberinto de incertidumbre...

y también he visto a esos mismos ingenieros crear maravillas una vez que rediseñamos sistémicamente su forma de trabajar e incorporamos una gestión de proyectos clara.

He visto a los mejores vendedores gastar más energía peleando con Administración que cerrando negocios...

¿Imaginaste cuántas ventas se pierden ahí?

He visto equipos de trabajo paralizados, mirando el techo, esperando insumos vitales o autorizaciones que nunca llegaron a tiempo.

Pura frustración y dinero quemado.

Todo esto me recordó mi propia evolución,

cuando pasé de diseñar circuitos electrónicos a entender las dinámicas humanas.

Aprendí que la "química de los equipos" no es magia, es diseño.

Esto es lo que logras con nuestra orquestación:

✔️ Flujo, no fricción: procesos que corren, no que se atascan.

Decisiones que se toman, no que se postergan.

✔️ Equipos que suman, no que restan: gente alineada, capacitada, con roles claros, enfocada en un propósito común.

No más "feudos" ni "esto no me toca a mí".

✔️ Recursos bien invertidos, no drenados: menos tiempo perdido, menos energía gastada en conflictos, menos dinero tirado en soluciones efímeras.

✔️ Clientes que sonríen, no que reclaman: porque la calidad y la respuesta mejoran cuando el trabajo interno fluye.

✔️ Una organización que aprende y se adapta: no solo resolvemos el problema de hoy, construimos la capacidad para enfrentar los de mañana.

O "Esto lo debería hacer mi equipo con la ayuda de RRHH... o mis propios gerentes".

Y la respuesta honesta es: depende, a veces sí, pero a menudo no.

Tu gente está en el día a día, apagando incendios.

RRHH tiene sus propias batallas... y también podrían necesitar ayuda.

Seamos francos: cuando la propia conducción o RRHH son parte del "partido" que se juega, es complicado ser árbitro y jugador al mismo tiempo,

¿Verdad?

Ahí es donde un facilitador externo aporta esa neutralidad, perspectiva y expertice necesario, que destraba el juego.

Lo que yo aporto es esa mirada externa, sistémica y experimentada del Productor Ejecutivo que ve la película completa, no solo la actuación de un actor.

Alguien que ha visto docenas de producciones y sabe qué elementos son cruciales para el éxito.

No vengo a reemplazar a nadie.

Vengo a potenciar lo que ya tienes, a conectar los puntos y a construir la "arquitectura" para que la colaboración no sea un deseo, sino una realidad operativa.

No vengo con cursos de alto desempeño enlatados, talleres de rafting o concursos para inflar egos.

¿Sientes que tu organización podría estar produciendo mucho más si todo estuviera mejor orquestados... y el trabajo fluyera?

Te propongo algo muy concreto: una Micro-cápsula de claridad.

Son 25 minutos de nuestro tiempo, sin costo ni compromiso para vos.

Una conversación enfocada donde exploraremos tu desafío más apremiante.

Un primer paso para ver si mi enfoque de Productor Ejecutivo es lo que tu obra necesita.

Si después de esos 25 minutos no ves valor, al menos te llevarás una perspectiva nueva.

Si lo ves, podemos hablar de cómo sería el guion completo.

Gabriel Pardi
Productor Ejecutivo del trabajo que fluye

P.D. Si seguís pensando que el trabajo en equipo es solo cuestión de motivación y actitud, lo respeto.

Pero si tienes la disposición de entenderlo como una arquitectura que diseñamos a medida, entonces sí, tenemos mucho de qué hablar.

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