A medida que envejecemos, es fácil sentir que perdemos relevancia y propósito en el mundo.

Sin embargo, las personas mayores tenemos una gran riqueza de conocimientos y experiencias que pueden beneficiar a los más jóvenes y a la empresa.

Un programa de mentoría que vincula a personas mayores con profesionales más jóvenes puede ser beneficioso para ambas partes.

Los seniors tienen la oportunidad de transmitir su sabiduría y experiencia, mientras que los juniors obtienen valiosos conocimientos y orientación de quienes han pasado por lo mismo.

Un programa así, puede aumentar la satisfacción laboral, mejorar el rendimiento y lograr un mayor compromiso, tanto de las personas más jóvenes, así como de las mayores.

Los programas de mentoría no son nuevos, pero el concepto de mentoría senior está ganando terreno.

La relación tradicional mentor-mentee, se ha centrado en el crecimiento del aprendiz, pero los programas de mentoría senior tienen como objetivo beneficiar a ambas partes.

Es una situación ganar-ganar.

Las personas mayores tienen la oportunidad de compartir sus conocimientos y experiencias, mientras que los profesionales más jóvenes tienen la oportunidad de aprender de expertos experimentados.

Incluso, de acuerdo al diseño del programa, el joven puede transmitir sus conocimientos: de las últimas tendencias tecnológicas, de su entorno social, aportar ideas frescas, etc.

Un programa de mentoría es un proceso estructurado que vincula a un mentor con un mentee o aprendiz.

El mentor al ser un senior tiene más experiencia y conocimiento que el aprendiz (en su área de expertise), quien busca crecer en la profesión e incluso como persona.

Si el programa lo establece, se puede hacer mentoría recíproca o inversa: en la que ambos, según el tema, pueden ser mentores y aprendices.

Un programa de mentoría organizado dentro de una empresa es algo formal, aunque se puede extender fuera del lugar de trabajo, de manera más informal.

La mentoría puede consistir en reuniones regulares, ya sean individuales o grupales, donde el mentor proporciona retroalimentación, orientación, abre espacios para debatir ideas, etc.

Las posibilidades son muchas.

El mentor también puede ayudar al aprendiz a establecer metas y desarrollar estrategias para alcanzarlas.

El programa puede durar un período de tiempo establecido o bien, el tiempo que lleve lograr las metas planteadas.

Estudios realizados en USA han demostrado que los programas de mentoría senior pueden tener un impacto significativo, tanto en el mentor como en el aprendiz.

Según un estudio de la Sociedad Americana de Capacitación y Desarrollo, el 71% de las compañías Fortune 500 tienen programas de mentoría. El 75% de los ejecutivos atribuyen su éxito a una relación de mentoría.

El estudio también encontró que los aprendices que participan en un programa de mentoría tienen 5 veces más probabilidades de ser promovidos que aquellos que no lo hacen.

Además, los mentores reportan un incremento en su satisfacción laboral y un mayor sentido de propósito en el trabajo.

Para garantizar que el programa de mentoría sea exitoso, es importante desarrollar un plan de mentoría.

A partir de la definición de los propósitos del programa, se hace un plan donde se fijan los objetivos que permitirán lograrlos, se calibran las expectativas tanto de los mentores como de los aprendices.

Se establece la logística necesaria, etc.

Es importante capacitar tanto a los mentores y aprendices en las habilidades necesarias para desempeñarse en su rol. Los alcances de la capacitación dependerán de la experiencia que hayan tenido en este tipo de programas.

También es esencial establecer como se llevarán adelante las mentorías: fijación de metas, reuniones regulares, sesiones de retroalimentación, evaluaciones periódicas del programa, etc.

Es muy importante que el programa esté bien comunicado tanto a las personas mayores como a los profesionales más jóvenes. Debe estar claro el propósito del programa y los beneficios que obtendrán de él: tanto los participantes como la empresa.

Para lograr que una mentoría entre jóvenes y mayores sea exitosa, se debe partir del deseo y voluntad de aprender y crecer de ambos.

(recordemos que los 2 que pueden asumir ambos roles)

4 tips:

• • Ser abiertos y honestos: es esencial tener una relación abierta y honesta. El mentor debe estar dispuesto a compartir sus conocimientos y experiencias y el aprendiz debe estar dispuesto a escuchar y aprender.

• • Establecer metas realistas: el mentor y el aprendiz deben trabajar juntos para establecer metas realistas. Estos objetivos deben ser desafiantes, aunque alcanzables.

• • Proporcionar retroalimentación regular: la retroalimentación regular es esencial para garantizar que la relación de mentoría esté encaminada. El mentor debe proporcionar retroalimentación constructiva al aprendiz y el aprendiz debe estar dispuesto a aceptar y actuar sobre esta retroalimentación.

• • Ser pacientes: la mentoría requiere de tiempo y paciencia. Tanto el mentor como el aprendiz deben ser pacientes con otro y consigo mismos.

Para medir el éxito de su programa de mentoría, es importante establecer métricas. Estas métricas deben basarse en los propósitos y objetivos del programa. Por ejemplo, si un objetivo del programa es aumentar la satisfacción laboral, se puede medir realizando una encuesta antes y después del programa.

También es importante hacer evaluaciones y recopilar comentarios tanto de las personas mayores como de los profesionales más jóvenes.

Esta retroalimentación se puede utilizar para mejorar el programa y garantizar su éxito.

En conclusión, los programas de mentoría senior pueden ser una herramienta poderosa para el desarrollo profesional.

Estos programas brindan una oportunidad para que las personas mayores compartan sus conocimientos y experiencias con profesionales más jóvenes, al tiempo que se benefician de la relación.

El programa puede acrecentar la satisfacción laboral, mejorar el rendimiento y aumentar el compromiso.

Para garantizar el éxito de un programa de mentoría, es esencial estructurarlo para lograr el máximo impacto, desarrollar un plan, capacitar a los participantes y establecer métricas para medir su éxito.

Tanto el mentor como el aprendiz deben estar dispuestos a aprender y crecer.

El programa debe estar bien comunicado a toda la organización y especialmente a las partes involucradas.

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