En nuestra vida cotidiana, solemos seguir una rutina.
Desde las tareas más simples hasta las más complejas,
cada día nos enfocamos en cumplir con nuestras responsabilidades
y llevar a cabo nuestras tareas diarias.
Seguir una rutina es beneficioso, permite que usemos eficientemente nuestro tiempo.
Nos brinda seguridad y estabilidad en el presente,
y para el futuro inmediato...
Aunque... ¿Qué sucede cuando nos enfocamos solo en la rutina,
y no hacemos a algo más desafiante, creativo, difícil e incierto?
Si solo nos enfocamos en lo que ya conocemos,
tal vez nos estanquemos en nuestra zona de confort.
No desarrollamos habilidades nuevas,
potenciales,
que podrían ser la clave para nuestro éxito en el futuro.
En especial, en tiempos de cambios,
la creatividad y la innovación son fundamentales para el éxito en la vida.
La capacidad de pensar fuera de la caja
y buscar soluciones innovadoras a los problemas,
es lo que nos impulsa hacia adelante.
Al dedicar tiempo a actividades más desafiantes, podemos desarrollar nuestras habilidades creativas y mejorar nuestra capacidad para resolver problemas.
Esto no significa abandonar nuestras responsabilidades
o descuidar nuestras obligaciones.
Se trata de encontrar un equilibrio saludable entre la rutina y la creación.
Integrar momentos para desarrollar nuestra creatividad,
asumir retos que nos saquen de nuestra zona de confort
y buscar oportunidades que nos permitan expandir nuestros horizontes.
El futuro no está asegurado en la repetición de tareas rutinarias...
¿Cuánto tiempo le dedicas para hacer cosas que están fuera de tu zona de confort?