
Por qué esa sensación de estancamiento no es un fracaso, sino una señal
Todos hemos vivido ese instante en que algo se apaga.
Lo que ayer nos llenaba de energía hoy apenas nos mueve, ese proyecto, ese trabajo o incluso esa forma de hacer las cosas ya no nos entusiasma.
Crece una sensación de vacío difícil de nombrar.
Seth Godin lo llama desencanto.
Pero la palabra tiene raíces más hondas:
Max Weber la utilizó para describir el tránsito del mundo mágico al mundo racional.
Allí donde antes todo se explicaba con mitos y dioses, la modernidad trajo ciencia y método.
Ese paso nos liberó de supersticiones, pero nos dejó una nueva responsabilidad:
El encanto ya no viene de afuera, debemos construirlo en nuestro propio camino.
El desencanto, entonces, no es un fracaso.
Es la señal de que un ciclo cumplió su tiempo y que otro está por comenzar, aunque aún no podamos verlo.
🧩 El desencanto en la práctica
- Laura: tras diez años en la misma empresa, las reuniones que antes la estimulaban hoy le parecen repetitivas y sin chispa.
- Martín: tras meses entrenando para una maratón, cruza la meta y se encuentra con un vacío inesperado:
¿Y ahora qué?
- FinTechPersonal: una financiera que construyó su prestigio en la atención personalizada. La irrupción de la IA generativa cambia el juego: los clientes ahora esperan respuestas en segundos.
Lo que era una fortaleza se convierte en lastre.
El equipo directivo se siente dividido:
¿perdemos nuestra esencia o debemos reinventarla?
Esa mezcla de orgullo y desconcierto es puro desencanto organizacional.
😵 Bienvenidos al cuarto de la confusión
Ese desencanto nos arroja de cabeza al "Cuarto de la Confusión", del que hablé en mi artículo sobre "El arte de liderar en el cuarto del caos".
Es un lugar donde las certezas se desmoronan, la ansiedad crece y lo nuevo aún no toma forma.
Es un espacio incómodo, sí. Pero es también el único terreno fértil donde germinan las preguntas que abren los verdaderos caminos.
Y aquí aparece la pregunta del millón:
¿Cómo atravesamos este cuarto sin quedarnos atrapados en la parálisis?
La respuesta no está en el análisis tradicional.
Está en un modo de pensar diferente, un método lógico diseñado para navegar la incertidumbre.
En la segunda parte de esta serie, exploraremos esa llave: la abducción.
Pero no tienes que esperar para empezar a encontrar tu salida.
Si este artículo te resonó y sientes que vos o tu equipo están viviendo su propio "desencanto",
una "Charla de Resonancia" es el primer paso diseñado para empezar a ponerle nombre al problema y explorar un camino a seguir.